La actual tendencia de los marketplaces, en apariencia centros comerciales en Internet donde terceros venden sus productos, ha facilitado la distribución de bienes y servicios a lo largo y ancho del planeta incrementando, de esta manera, la interconexión global y a su vez cerrando el círculo de la mundialización haciendo que los consumidores accediesen a los beneficios de las redes de comercio internacional.

    La tendencia, en aumento, del comercio online supone un desafío para las regulaciones de las sociedades hiperconsumistas occidentales y compromete el desarrollo doméstico de la economía al enfrentar al mediano y al pequeño comercio contra gigantes tecnológicos que, además, cuentan con el apoyo descarado de sus gobiernos.

     El constante aumento de las ventas en los marketplaces como Amazon, Ebay, Aliexpress, acompañado de una inclinación al oligopolio del sector e-commerce, ha obligado a los gobiernos e instituciones mundiales a legislar leyes que protejan los derechos de los consumidores.